Ulises y las sirenas

Ulises y las sirenas
"Llega acá, de los dánaos honor, gloriosísimo Ulises, / de tu marcha refrena el ardor para oir nuestro canto, / porque nadie en su negro bajel pasa aquí sin que atienda / a esta voz que en dulzores de miel de los labios nos fluye..." Homero, "Odisea" (XII, 184-187)

viernes, 1 de julio de 2011

Evert y Navratilova: amigas y rivales

Antes de devolverle el cadáver de Héctor a su padre Príamo, Aquiles se arrodilla ante el cuerpo del troyano y con lágrimas en los ojos lamenta la afrenta a la que le sometió, arrastrándole sin vida y reconoce la valía del que hasta ese momento ha sido el rival más fuerte al que se ha enfrentado. Seguidamente se despide y le insta a reencontrarse en el inframundo, donde cabe esperar que se habrían fundido en un abrazo de respeto.

Acabo de ver un documental protagonizado por Martina Navratilova y Cris Evert, dos de las tenistas más grandes que ha dado este deporte, las más grandes diría yo. He podido comprobar que por encima de ser grandes tenistas, eran, son, dos grandes personas, que se temieron, se admiraron, se respetaron. Ha sido muy emocionante para mí por dos motivos. Primero porque me han hecho recordar un tiempo pasado, añorado y perdido para siempre, un tiempo en que se estaba forjando lo que soy ahora, un tiempo de descubrimiento. Recuerdo que en esos años me pegaba a la televisión junto a mis hermanos y mi padre (al que he perdido hace poco y que se emocionaba con "su" Nadal, lo que ha influido en mucho para estar al borde de las lágrimas) y quería ser como los héroes de la pista y soñaba con jugar en la cuidadísima hierba de Wimbledon o en la inmaculada tierra batida de Roland Garros, los templos donde esas dos mujeres llevaron a cabo las batallas incruentas que millones de televidentes puedieron seguir en directo. También ha sido emocionante porque he visto a dos personas íntegras, que por encima de su rivalidad, supieron mantener una relación de amistad. Han explicado que en los momentos más difíciles de una, la otra estaba siempre allí, animando, reconfortándola, tanto si la causa de tal aflicción era la rival, como en cualquier momento de su vida. Yo reconozco que iba siempre a favor de la Evert: era muy femenina, elegante en sus movimientos, mientras que Navratilova era más brusca en sus gestos, daba una imagen de dureza. Sin embargo han reconocido que la primera era una "bola de nube por fuera, pero de hierro por dentro, mientras que Navratilova era de hierro por fuera, pero de nube por dentro". La verdad era que Martina mostraba a veces sus emociones tras una derrota o una victoria inesperada, llorando en público, cosa que raramente se daba en Cris. Recuerdo que si hubo algo que me hizo alguna vez alterar el orden de mi preferencia fue el hecho de que Martina declarara abiertamente su homosexualidad, pero no por comprensión, ni por valorar la valentía ante tal afirmación, sino por la pena que me producía el desafecto que ello le causó por parte de cierto sector del público en los estadios, y también por su condición de apátrida, pues se autoexilió de una Checoslovaquia comunista y, antes de que los Esatados Unidos le concedieran la ciudadanía que ella pidió, anduvo por el mundo sin pertenecer a ningún país. He dicho antes que era para mí una época de descubrimiento. Cuando estas dos mujeres se disputaban el número uno del tenis femenino, yo era un adolescente que se fijaba en los deportistas de élite, una fuente de inspiración inagotable. Daban ejemplo de éxito, de lucha por conseguir objetivos... A veces la imagen que dan no es la que realmente tienen, somos los observadores los que sin saberlo recreamos una visión equivocada de ellos, estan sometidos a un juicio constante y, las más de las veces, errado. Con el tiempo supe que la pena que sentí por Martina, ante el juicio moral al que muchos le sometieron cuando se sinceró sobre su tendencia sexual, evolucionó a admiración por su valentía, por su sinceridad, y supe que la condición sexual de cualquier persona no debe cambiar la opinión que se ha de tener de ella. Hizo por la liberación sexual mucho más de lo que sin duda pretendió.

Este reportaje que acabo de ver debería de mostrarse a los niños tanto a los que se dedican a los deportes, como a los que no quieren saber nada de ellos. Es un buen ejemplo de cómo se ha de afrontar la vida, un claro ejemplo de respeto, de lucha, de comprensión hacia el otro.

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Teatro romano de Cartagena

Teatro romano de Cartagena
Una vez colgada la foto del teatro romano de mi ciudad, Cartagena, es de rigor añadir una palabras para "presentaroslo". Allá por el año 1990, al realizar unos derribos de casas en el monte de la Concepción, situado en el centro de la ciudad, una zona un tanto degradada, descubrieron la existencia del teatro, sin sorpresa para algunos dada la importancia que tuvo la Nova Carthago romana. Podéis entender el entusiasmo que despertó entre los arqueólogos locales, entre los amantes del mundo clásico y, también, entre aquellos ciudadanos que entendieron que para la ciudad se abrían nuevas perspectivas de desarrollo económico: un teatro romano daría un espaldarazo definitivo al ya existente, aunque no muy desarrollado, turismo cultural de la ciudad. Cartagena apenas se había recuperado de una gran crisis económica con el cierre, afortunado, de algunas industrias químicas y del sector naval. La ciudad, como otras tantas en el estado español con pasado romano, sin llegar a la importancia de Mérida o Tarragona, contaba hasta la fecha con un Museo Arqueológico, algunas calzadas, yacimientos en la ciudad no muy bein conservados, fruto más de la mala suerte de algunos constructores "pillados" antes de enterrarlos para siempre bajo modernos edificios, un monumento funerario (la Torre Ciega), una linterna..., y el teatro sería un punto de inflexión en la conciencia de las autoridades y de los ciudadanos para considerar la importancia de la huella romana como algo de sumo interés. Después surge la cuestión de qué hacer con el teatro, una vez sacado a la luz: se deja como está, para algunos en condiciones deficientes, ya que fue maltratado por los pueblos que habitaron la ciudad después de pasado su explendor, convirtiéndolo en mercado y posteriormente en base para desafortunadas edificaciones, o se trata de reconstruirlo para que cobre funcionalidad... evitando eso sí la polémica que r0deó al de Sagunto. No sé cuáles son las medidas llevadas a cabo, pero me acabo de enterar, y la foto que presento así lo atestigua, que ya empezaron las obras de reconstrucción: estas navidades visitaré Cartagena y ya os contaré mis impresiones después de unos años sin llegarme hasta este yacimiento. Igualmente os informo de que bajo la plaza de toros, una edificación secular y que no se utiliza por su estado ruinoso, los arqueólogos afirman que existe un anfiteatro romano de grandes proporciones, según las catas realizadas, pero parece que sería muy costoso llevar a cabo la excavación, aparte de que los taurinos no están muy por la labor de permitirlo. Es inevitable imaginar una solución salomónica y remitirse a las arenas de Arles o Nîmes, en Francia, donde conviven la belleza del edificio romano y la fiesta taurina. No puedo terminar sin hacer publicidad de las fiestas locales de mayor importancia: Cartagineses y Romanos, que tienen lugar las últimas semanas de septiembre y que pretenden reproducir con rigor histórico los enfrentamientos entre estos dos pueblos en el marco de la Segunda Guerra Púnica que llevaron a los romanos a conquistar la ciudad a los cartagineses y llamarla Carthago Nova. Si queréis divertiros y aprender a la vez, no dudéis en llegaros por allí.